Fundación pionera en turismo rural relanza proyectos en el sur de Mérida
Mérida, 05 de octubre. La Fundación Programa Andes Tropicales (PAT) desarrolla la segunda fase del Proyecto Andes Sur, para reposicionar los cuatro productos turísticos desarrollados en la fase I consistente en recuperar un camino ancestral, un sendero de interpretación de aves, una ruta de ciclismo de montaña y una ruta familiar en vehículo 4×4 en los Pueblos del Sur (estado Mérida), financiados por el Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial adscrito al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Frente a la migración de guías especializados en años recientes y las condiciones de pandemia se trata adoptar un nuevo plan de marketing, formar guías e involucrar al prestatario de los servicios y al turista con la agroecología climáticamente inteligente y con acciones precisas en la reducción de efectos del Cambio Climático recalcó Jayme Bautista, gerente de proyectos del PAT sobre el valor al turismo sostenible impulsado ahora bajo estrictas normas de bioseguridad.
Explica que Andes Sur II surge para alentar la alternativa de la economía turística en comunidades rurales distantes y excluidas, y “asegurar al mercado turístico una nueva, segura y atractiva oferta, dirigida a pequeños grupos de turistas especializados, amantes de la cultura, la naturaleza y las modalidades de aventura de bajo impacto asumiendo las medidas que minimizan y controlan los riesgos implícitos en este momento”.
Los Pueblos del Sur y el turismo rural
La Fundación PAT en su trayectoria ofrece opciones para diversificar la economía campesina al desarrollar infraestructura turística que eleve su calidad de vida y promueva la sostenibilidad requerida mediante el Turismo Rural de base Comunitaria, el proyecto Andes Sur II es el más reciente de varios implementados anteriormente en los Pueblos del Sur de los cuales surgió la Asociación Cooperativa de Turismo Comunitario MUCUSUR.
“A través del turismo, sensibilizamos y actuamos directamente a favor de la disminución del impacto negativo de actividades económicas tradicionales y brindamos alternativas como la adopción práctica de la agroecología climáticamente inteligente y la agrosilvicultura para disminuir los efectos del Cambio Climático” explica Bautista sobre una de las primeras experiencias nacionales a favor del turismo bioseguro al crear condiciones necesarias en estas comunidades agrarias bajo estrictas normas de bioseguridad generadas por la pandemia del Covid-19.
Sobre los modo de trabajo señala: “Hemos solicitado los correspondientes salvoconductos ante las autoridades competentes y estamos preparando y activando las acciones para satisfacer las expectativas de comunidades como Mucutuy, Aricagua, Chacantá, Canaguá y otras tantas, a las cuales llegaremos a través de las ondas hertzianas de las estaciones radiofónicas comunitarias, de las redes sociales e internet (cuando las condiciones lo permitan) y de manera presencial apegado a una estrategia responsable que minimiza riesgos de bioseguridad tanto para las comunidades abordadas como para los facilitadores.”
Acciones consideradas de prioritarias si los emprendedores del turismo rural quieren tener condiciones mínimas al momento de la reactivación de la economía post-pandemia, las cuales comprenden positivamente estas comunidades, asevera Bautista, al prepararse en la atención al público, la prestación de servicios y al asumir protocolos sanitarios más estrictos frente a la “singular diversidad biológica y paisajística que, sumada a la riqueza cultural de sus pueblos y gentes, representa un destino turístico con elevado potencial para Venezuela y el mundo”