En el marco del Proyecto Andes Sur II Proyecto recupera papas nativas en los Pueblos del Sur
Mérida, 12 de abril. La Fundación Programa Andes Tropicales (PAT) en cofinanciamiento con el Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) Venezuela, impulsa el proyecto Andes Sur para la recuperación del cultivo de variedades de papas nativas en varias aldeas de los Pueblos del Sur, al igual que otras de apio, una especie de pepino llamada kaiwa y una de batata conocida como yakón. Con el cumplimiento de los ciclos reproductivos esperan demostrar a los pequeños agroproductores involucrados la alternativa que representa ante la crisis alimentaria y la mitigación del cambio climático.
Una sosegada mañana a principios de febrero en la aldea Mocomboco Alto recibe al equipo del PAT camino a la casa de la señora Alejandra Peña, quienes llevan varios kilos en semillas de variedades de papas rosada, arbolona, arbolona negra, guadalupe, todas nativas de Los Andes venezolanos a excepción de la peruana wayro, también de kaiwas y plantas de yakón. El trato hospitalario es familiar por una relación de trabajo y cooperación iniciada años atrás y desde hace unos meses se enfoca en la preparación de una parcela para sembrar estos rubros.
Esta relación se repite en otros sectores hasta integrar a ocho terrenos distribuidos entre varias aldeas dispuestas para este fin, en La Veguilla Alta y Mucacharaní de Mucutuy en las cuales también siembran las cuatro variedades de papas, también Agua Linda y Mocomboco de Aricagua, Mocosós por El Morro, El Carrizal de Los Nevados y La Coromoto de Canagua donde sólo se sembró papa rosada con batata yakón. Proyectan ampliar su distribución, manejo de micorrizas específicas a cada rubro y control biológico.
El PAT las seleccionó en base a similitudes en ecología de cada sitio, por sus valores nutricionales, su capacidad de adaptación más resistentes al Cambio Climático que evita el agotamiento de los suelos y como elemento de singularidad ante las actividades turísticas que enmarcan las agroecológicas, porque en el pasado fueron reemplazadas para cultivos extensivos por variedades de ciclos cortos de 3 meses que exigen uso permanente de insumos sintéticos y tienden a la degradación de suelos y agua.
Estiman para los próximos 3 años completar 5 ciclos reproductivos con resultados que pueden variar por las diferentes circunstancias afrontadas por los agricultores en el medio rural ante estas especies de lapso largo de alrededor de 7 meses explicó Jayme Bautista, gerente de proyectos del PAT, de los primero kilos de papas obtenidos de cada cosecha el 30% es para volver a sembrar y el resto estiman se distribuya para donación, reproducción, consumo propio y venta, proceso que se repite en los siguientes ciclos.
Sujetos a imponderables, imprevistos y fallas humanas, los escenarios manejados a futuro por el PAT que beneficien a 53 productores de un modo u otro es con expectativas exponenciales sobre las cantidades de papa generadas incluso en el peor de los casos. La compensación para los campesinos a mediano plazo es diversificar su cosechas y hacerlas resistentes al Cambio Climático en esta región por su potencial agrícola donde perdura el apego a semillas nativas y valoran los rubros de ciclo largos cultivados por sus abuelos
Como parte del proyecto esperan involucrar a los turistas en la agroecología y agrosilvicultura climáticamente inteligente a través de los operadores turísticos como los guías para promover el consumo orgánico sano como rubros nativos y la reducción de carnes, uso racional de energías y minimizar desperdicios, un campo abierto para redescubrir la cocina tradicional andina además de las rutas 4×4 dirigidas a grupos familiares (4×4 fam-trail), senderismo y grandes travesías a pie o caballo (Trekking y Horseback riding), en bicicleta (Biking) y observación de aves (Birding).
Producción de semillas
Recuperar la genética de las papas ocurrió en el laboratorio de la Asociación de Productores Integrales del Páramo (Proinpa) ubicado en el sector Misintá de Mucuchíes explica Bautista, allí activan todos sus atributos organolépticos, resistencia, capacidad adaptativa y son liberadas de cualquier virus, hongo u enfermedades, de cada brote o pimpollo se produce una pequeña plántula “in vitro” para sembrarla en un invernadero y obtener la semilla prebásica que son unas papas del tamaño de metras, luego de una segunda siembra se obtiene la semilla básica entregada a los agricultores.
Las 50 plantas de la batata morada llamada yakón las produce la señora Diana Garrido en el sector La Gallinera de El Arenal cerca de Mérida, el equipo del PAT las llevó a las localidades surandinas del tamaño de 15 cm sembradas en recipientes y bolsas plásticas reusables. Las semillas de kaiwa se transportaron en sus frutos porque su fertilidad es limitada y para mayor efectividad se deben sembrar recién extraídas.
Sobre el apio inicialmente consiguieron un tipo de alta productividad en el sector Mocosos resistente a enfermedades, pero luego de encontrarla en Mucutuy incluso junto otras variedades de apio que no conocían y perduran aún allá como el rojo, veteado, amarillo, blanco, incorporan 2 tipos. Entre otras especies nativas también mencionan la existencia de ocumo “papita” y variedades de granos.
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