Geología

 

Geología

Entre la Sierra Nevada por el noreste, el valle del río Chama al norte y el macizo del Uribante –páramos Río Negro y El Molino– por el suroeste, se localiza el denominado macizo de los Pueblos del Sur que se corresponde con los asentamientos Canaguá, Mucuchachí, Chacantá, Mucutuy, Guaraque, Aricagua, Tostós y Acequias, entre otros, llamados en su conjunto, por el mismo nombre.

Este macizo se caracteriza por estar conformado por rocas de todas las eras geológicas –a excepción de los períodos más antiguos del Precámbrico y del Paleozoico Medio– que le brindan gran variedad litológica y, a su vez, una importante diversidad geográfica y cromática a la región (Vivas, 1992).

Específicamente en la zona donde se localizan estos pueblos, es posible encontrar diversas unidades litológicas:

  • Del Precámbrico, se encuentra el denominado Complejo Iglesias, constituido entre otros, por la Asociación Bella Vista cuyas rocas metamórficas tienen entre 585 y 660 millones de años. Constituye el basamento andino y se encuentra en las áreas más elevadas de la Cordillera de los Andes, propensa a la erosión cuando sus materiales están muy triturados por acción de factores naturales (Vivas, 1992).

Los materiales dominantes en esta asociación son diversos. Destaca los esquistos de color gris y gris verdoso, las pizarras gris oscuro a negro y las filitas gris oscuro a pardo, entre otras (La Marca, 1997).

  • Del Paleozoico Superior, con rocas que datan entre 275 y 175 millones de años de edad, se encuentra la Asociación Mucuchachí, localizada en el flanco sur-andino donde se emplazan Guaraque, El Molino, Mucuchachí y Aricagua. Sus materiales tienen la particularidad de tener un origen marino y estar muy fragmentados por fuerzas naturales que deforman los materiales producto del movimiento de las placas tectónicas, lo que la hace propensa a derrumbes. Incluye igualmente la Asociación Tostós, que se localiza en Pueblo Nuevo (Vivas, 1992) y destaca por su material altamente alterado por factores naturales, de color rojo propenso a la erosión, así como por la Formación Sabaneta con materiales de color gris a marrón, correspondiente a las pizarras, y amarillento a marrón de las areniscas muy propensas a la erosión, los deslizamientos y los derrumbes.

La Asociación Mucuchachí está constituida por pizarras, areniscas de grano grueso y conglomerados. Según La Marca (op. cit), el ambiente marino sedimentario donde se formó, se caracterizó por fondos tranquilos, de allí que, por ejemplo, en las cercanías de Guaraque se encuentren algunos fósiles de bivalvos, además de corales y artejos de crinoideos (lirios de mar).

Por su parte, la Asociación Tostós constituye una secuencia de sedimentos que se depositaron en una cuenca larga y relativamente estrecha, de aguas poco profundas y lejos de corrientes activas (Odreman y Useche, 1997), que dieron lugar a la formación de esquitos y filitas de grano fino, verdes a azul grisáceo, pizarras, gneis y esquistos, con una edad entre 400 a 490 millones de años (La Marca, op. cit).

La Formación Sabaneta, producto de sedimentación continental, muestra excelentes afloramientos en el curso inferior del río Aricagua, conformados por areniscas de diverso tipo, que van de colores grises a pardo amarillento, rojo- violáceo y pardo rojizas, así como por limolitas (Ídem). Su rasgo más característico es la facilidad de formar gargantas profundas en cursos de agua.

  • Del Mezosoico (Jurásico), destaca la Formación La Quinta, característica por sus materiales de color rojizo y vino tinto, así como por su alta propensión a la erosión y a la generación de derrumbes, deslizamientos y conformación de cárcavas. Se extiende en la cuenca del río Uribante y, localmente, en las cercanías de Mucuchachí (Ídem). Destaca de esta, la presencia de calizas con restos vegetales, de peces y de crustáceos que indican la existencia de un ambiente lacustrino a salobre (Schubert, 1997).

La Formación La Quinta corresponde con un ambiente continental que se formó a partir de la erosión de los denominados Pre-Andes. En la base de la misma se ha determinado una edad de 230 millones de años (La Marca, op.cit) y su expresión en superficie más resaltante es la presencia de farallones en zonas de grande derrumbes (Schubert, 1997). En su haber se han encontrado fósiles de peces con escamas, placas, dientes y huesos palatinos, así como restos de plantas.

  • Del Cretáceo (Albiense) corresponde la Formación Aguardiente, que aflora a la margen derecha del río Canaguá (desde el cerro Morotuto hasta la quebrada El Bahi), (Carrascal, 2003) con materiales de color gris claro a amarillo que se pueden catalogar de muy estables (Vivas, 1992).

Desde el punto de vista de la geología estructural, es de desatacar que los Pueblos del Sur se encuentran en un área controlada por varias fallas, entre ellas la de San José y la de Caparo. De allí su alta propensión a movimientos sísmicos.

A lo largo de toda su extensión, es posible observar líneas de falla por donde drenan cauces naturales, como en el caso de las microcuencas de los ríos Negro y San Pablo (MARNR, 1983).

Los materiales por lo general están altamente fracturados por origen tectónico y un alto estado de degradación natural de los materiales, lo que le imprime un carácter altamente inestable a las laderas y a todas aquellas áreas que han sido intervenidas con fines diversos.

Son ejemplo claro de esta condición, los materiales que se localizan en las vertientes montañosas de los ríos El Molino, Capurí y Negro, así como las partes altas del río San Pablo y la confluencia de los ríos Mucutuy y La Vizcaína.

Altamente atractivos para su observación, son los sinclinales (parte cóncava de un pliegue de la corteza terrestre) y anticlinales (parte convexa del pliegue) localizados en la confluencia de los ríos Nuestra Señora, Mucutuy y La Vizcaína, por ejemplo, así como la cordillera muy fallada que muestran las vertientes izquierda y derecha de los ríos San Pablo y La Vizcaína (MARNR, 1983).